
San Clemente es un municipio enclavado en plena llanura de la Mancha Conquense, en el límite de las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real. Es un punto estratégico para conocer la zona ya que tiene muy buena comunicación por carretera.
Atravesado por el río Rus y rodeado por sus cuatro costados por un paisaje típico manchego, paisaje descrito en el quijote y que abre en estas tierras un abanico de color extraordinario dependiendo de la época del año. El verde de sus viñas, el rojo de sus amapolas, el amarillo del girasol, la sombra de su pino piñonero…etc.
Antiguamente conocido como San Clemente de la Mancha, fue capital de la Mancha Alta y de la Mancha de Montearagón, lo que nos da una idea de la importancia histórica y económica que San Clemente tuvo en su día. Tiene un gran patrimonio cultural, albergó durante el S.XVI a más de 80 familias hidalgas con lo que la villa se ganó el título de «Pequeña Corte de La Mancha».
Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980, y desde 1992 cuenta con dos edificios declarados Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento: El Antiguo Ayuntamiento y La parroquia de Santiago Apóstol. Además, numerosos edificios importantes entre palacios, conventos y puentes.